El Papa Francisco recibe el miércoles a Donald Trump. (L'Osservatore Romano).

En un encuentro cordial de 30 minutos, el Papa Francisco invitó al Presidente estadounidense Donald Trump a cultivar la paz y le regaló diferentes documentos de su pontificado, como la «Amoris Laetitia» o la encíclica «Laudato Si’» sobre el cuidado de la creación.

A primera hora del miércoles, el Pontífice recibió a la delegación oficial de Estados Unidos encabezada por su Presidente, y compuesta por su hija mayor, Ivanka; su yerno, Jared Kushner; el secretario de Estado, Rex Tillerson; el asesor de seguridad nacional, el teniente general H.R. McMaster, y la portavoz presidencial, Hope Hicks, además de otras ocho personas.

El Papa recibió a Trump con un “encantado de conocerle” tras lo cual pasaron a la Biblioteca privada, donde se sentaron uno frente a otro ante un escritorio. Tras algunos segundos de conversación informal, los fotógrafos, cámaras de televisión y periodistas fueron invitados a abandonar la sala y dio comienzo el diálogo privado, con la ayuda de intérpretes. Todo ello con el procedimiento habitual que se sigue con cada jefe de estado que se reúne con el Papa.

“Es un gran honor”, saludó Trump a Francisco. El Papa le reveló que “no hablo muy bien inglés, por lo que necesito un traductor”. Sin embargo, el Presidente le respondió que no es así.

Después de la reunión privada tuvo lugar el tradicional intercambio de regalos. Trump le ofreció un cofre: “Es un regalo. Son libros de Martin Luther King. Creo que los disfrutará. Espero que lo haga”.

Por su parte, el Santo Padre regaló al Presidente un medallón en el que está representado un olivo como símbolo de la paz y la unidad. «Es un olivo, que es símbolo de la paz, con dos ramas. Aquí la división de la guerra, en el medio, y el olivo está tratando de reunirlos lentamente en paz», explicó el Papa. «Nosotros necesitamos la paz», le contestó Trump. «Este es uno de mis grandes deseos: que pueda ser un olivo para la paz», le dijo a su vez Francisco.

Además, el Pontífice le regaló el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz y la encíclica Laudato Si’, sobre el cuidado de la creación, la «Evangelii Gaudium» y el documento post sinodal «Amoris Laetitia», “uno sobre la familia, otro sobre la evangelización y otro sobre el medio ambiente y el cuidado de la casa común”. “Los voy a leer”, le dijo Trump.

En un comunicado, el Vaticano explicó que “durante las cordiales conversaciones, se ha expresado la satisfacción por las buenas relaciones bilaterales existentes entre la Santa Sede y los Estados Unidos de América, así como por el compromiso común en favor de la vida y de la libertad religiosa y de conciencia”.

“Se ha manifestado el deseo de una colaboración serena entre el Estado y la Iglesia Católica en los Estados Unidos, comprometida en el servicio a la población en los campos de la salud, la educación y la asistencia a los inmigrantes”.

Además, “las conversaciones también han permitido un intercambio de puntos de vista sobre algunos temas relacionados con la actualidad internacional y con la promoción de la paz en el mundo a través de la negociación política y el diálogo interreligioso, con especial referencia a la situación en Oriente Medio y a la tutela de las comunidades cristianas”.

El día en Roma para la comitiva estadounidense continuó después. Melania Trump, mujer del Presidente, acudió al hospital Bambino Gesù –especializado en niños- para visitar el departamento de cardiología y saludar a algunos enfermos. También visitó la capilla del hospital.

Por su parte, Ivanka, la hija del Presidente, participó en un acto organizado por la Comunidad de San Egidio en el que habló de la trata de personas y saludó después a algunos refugiados.

Sobre Trump, en un entrevista publicada en noviembre en el diario italiano La Repubblica, Francisco afirmó que “no hago juicios sobre las personas o sobre los políticos. Solo quiero comprender cuáles son los sufrimientos que sus modos de proceder causan a los pobres y a los excluidos”. Algo que también expresó a su regreso de Fátima hace tan solo unos días.

Precisamente tras esta visita, el Pontífice señaló que “una persona que piensa sólo en hacer muros, sea donde sea, y no hacer puentes, no es cristiano. Esto no está en Evangelio”, en referencia a la construcción de un muro en la frontera entre Estados Unidos y México. De esta manera Francisco también aludía a unas declaraciones de Trump en televisión en las que afirmó que el Papa “es una persona muy política” que “no entiende los problemas que tiene nuestro país” y “el peligro de la frontera abierta con México”.

VATICANO/ ACI

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