Así amaneció el martes el sector de la Multifuncional en la ciudad de El Alto. Foto: RRSS

(La Paz, 6 nov ).- Bolivia amaneció nuevamente este miércoles con escenas de violencia por la pulseta que desde hace 17 días se extiende entre grupos que demandan la renuncia del presidente Evo Morales y otros que lo respaldan.

Mientras, se mantienen invariables las posturas de los cívicos de oposición que alientan las protestas y el Gobierno y sus bases sociales que consideran que éstas son producto de un plan golpista, en el que además estaría involucrado el expresidente y candidato de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, y el gobierno de Estados Unidos.

Esta vez la violencia se desató en la plazuela Busch de la ciudad de Cochabamba, donde un joven que era parte de los grupos de bloqueo que se movilizan en cumplimiento del paro cívico fue golpeado por opositores a la medida y resultó con heridas en la cabeza.

Un equipo de periodistas de la red ATB presenció el hecho y cuando realizaba un reporte en una transmisión en directo uno de ellos también fue agredido y tumbado al piso. Los agresores intentaron evitar que se filme el hecho, pero finalmente se retiraron.

Luego los periodistas llevaron al herido hasta la Clínica del Accidentado, que se encuentra cerca del lugar donde se registró el incidente.

Este cuadro fue antecedido por un enfrentamiento entre grupos que se movilizaron en puntos de bloqueo y otros que llegaron desde las provincias para expresar su respaldo al Gobierno, entre ellos cientos de mujeres afiliadas a la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa.

Escenas de mayor tensión y violencia se vivieron anoche en la ciudad de La Paz, tras un choque entre grupos de ambos bandos, que finalmente derivó en un largo enfrentamiento entre estudiantes universitarios y efectivos de la Policía.

El resultado de la gresca fue de al menos ocho heridos y un número aún indeterminado de detenidos. El pasado jueves ocurrió lo mismo y dos personas fueron detenidas y luego procesadas por destrozos a propiedad pública y robos.

Ese mismo día, el director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Julio Cordero, informó que 191 personas fueron detenidas en todo el país y que unos 60 policías resultaron heridos.

El inicio

Los conflictos por los resultados de las elecciones generales del 20 de octubre comenzaron un día después del verificativo electoral, como consecuencia de denuncias de fraude que cobraron fuerza tras la paralización del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) al 83% de avance. Ese hecho fue observado incluso por la comisión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), que en un informe recomendó una segunda vuelta.

En las calles, los disconformes con el avance del recuento de los resultados oficiales activaron movilizaciones que derivaron en ataques violentos al menos a seis Tribunales Departamentales Electorales. Renunciaron miembros de este órgano, entre ellos el vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Antonio Costas.

De ahí en adelante las protestas se extendieron al menos a siete departamentos con un paro cívico que se cumple con distinta intensidad en Chuquisaca, Potosí, Oruro, Tarija, Cochabamba, La Paz y Santa Cruz.

Ahora la medida de presión fue reforzada con protestas en puertas de instituciones públicas y con cierres de ruta en carreteras internacionales.

Ayer, el Gobierno cifró en $us 167 millones las pérdidas que sufrió el país en estos días de protesta y anunció que tendrá que suspender el pago de la Renta Dignidad, que beneficia a los mayores de 60 años en el país, por las vigilias en puertas del estatal Banco Unión.

Entretanto, las partes confrontadas mantienen sus posiciones y no existe un actor externo que pudiera acercar a las partes.

Los cívicos exigen la renuncia de Morales y la convocatoria a nuevas elecciones con tribunales electorales renovados, mientras el Gobierno insiste en esperar una auditoría electoral encargada a la OEA y acusa a los impulsores de la protesta de alentar un golpe de Estado.

Así lo hicieron saber ayer el líder del movimiento cívico y presidente del Comité Pro Santa Cruz, Fernando Camacho, y, respectivamente, el Jefe de Estado.

El dirigente cívico anunció además que este miércoles en la tarde hará un tercer intento por llegar a la ciudad de La Paz, está vez para entregar a Morales una carta para que renuncie. Los dos anteriores fueron impedidos por grupos afines al Gobierno que se movilizaron hasta la terminal aérea de El Alto.

/RI/Fuente: La Razón

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