La deuda pública total hasta 2021 llega como mínimo al 65 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), alcanzando aproximadamente 26.400 millones de dólares entre la deuda externa (12.600 millones) y la deuda interna (13.800 millones). No obstante, es probable que el monto sea mucho mayor, puesto que el Gobierno sólo difundió el dato de la deuda externa hasta julio del año pasado.

El analista en Presupuestos Públicos de la Fundación Jubileo, René Martínez, indicó que «no se sabe qué pasa a partir de julio, es un dato que hasta ahora no se publica y eso es demasiado tiempo. Antes se publicaba regularmente y ahora ya han pasado meses y no se conoce».

En la misma línea, el analista económico y exdirector del BCB Gabriel Espinoza resaltó que señalar que la deuda total alcanza el 65 por ciento del PIB es subvalorar el monto real, «porque no sabemos el dato a fines de 2021”.

El especialista agregó que “es posible que lleguemos a hablar de un 80 por ciento como calculó el Banco Mundial en algún momento».

En abril, el Banco Mundial proyectó la deuda boliviana en 80 por ciento de su PIB; sin embargo, el Gobierno descartó esa información.

El Ministerio de Economía indicó en la «Memoria de la economía boliviana» que la deuda externa pública representó a julio de 2021 un 30,9 por ciento del PIB. En tanto, la deuda interna agregada del TGN anotó un 34,1 por ciento del PIB. Se reiteró que en ambos casos se está por debajo de los umbrales internacionales de endeudamiento.

La deuda externa está compuesta en un 82 por ciento por préstamos de organismos multilaterales (68,1 por ciento) y bilaterales (13,4 por ciento). Además, en 15,9 por ciento por los bonos soberanos.

Dentro de los organismos multilaterales, los principales acreedores están el BID y la CAF, mientras que entre los bilaterales resalta China como el principal acreedor.

La deuda interna está compuesta en su mayoría por créditos del BCB (57,9 por ciento), seguido por el sector privado (42,1 por ciento).

El Ejecutivo señaló que la política de endeudamiento es sostenible. Para Martínez, el endeudamiento no debió crecer en la época de bonanza de los hidrocarburos.

/RI/Fuente: Los Tiempos

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