El informe alerta que la corrosión en las redes de distribución es alta. El estudio se hizo en tres partes del sistema de distribución, en las zonas de Achachicala, Pampahasi y Chuquiaguillo.
El agua que consumen los paceños tiene microorganismos como la bacteria E. coli, parásitos como la Giardia y amebas; y tomarla sin hervir, puede ser riesgoso. Son las principales conclusiones de un estudio elaborado por la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), que advirtió que el consumo directo del grifo es peligroso.
El informe final sobre el Monitoreo de la Calidad de Agua Potable en las Redes de Distribución de la ciudad de La Paz de la UMSA, fue presentado el martes.
Al respecto, el alcalde de La Paz, Iván Arias, anunció que el Gobierno Municipal también presentará otro estudio. En tanto que el viceministro de Medio Ambiente y Agua, Magin Herrera, dijo que tomarán en cuenta el informe. Analizarán qué medidas adoptar al respecto.
Sin dar mayores detalles sobre el informe, la secretaria Municipal de Salud, Fátima Verdugues, confirmó que este estudio está en la etapa final de elaboración.
El informe de la UMSA detalla que el agua que consumen en La Paz tiene presencia de microorganismos, entre ellos la bacteria E. coli y parásitos como la Giardia y amebas. Indica que, al tratarse de agua potable no debería contener estos organismos; sin embargo, “por distintos factores se han vuelto resistentes a los métodos de tratamiento”.
“Para evitar la contaminación bacteriológica de los contaminantes principales que han sido mencionados; como la presencia de parásitos cuyos indicadores son la Giardia, las amebas, por ejemplo, se recomienda el uso de filtros”, dijo en Unitel la experta Teresa Álvarez, que fue parte del equipo que hizo el estudio.
Indicó que la elevación de temperaturas y la escasez del agua provocan que exista propagación de los microorganismos que puedan afectar la salud.
Muestras de agua
El estudio elaborado por la UMSA se basó en la toma de muestras de tres partes del sistema de distribución, en las zonas de Achachicala, Pampahasi y Chuquiaguillo. Se usaron 45 puntos de muestreo.
Los resultados mostraron valores fuera de rango, con carácter ácido y corrosivo, lo cual, podría afectar a las tuberías y equipos tanto a nivel doméstico como a nivel industrial.
Asimismo, el estudio indica que en las tres redes estudiadas el índice de Langelier presentó valores fuera del rango establecido según la normativa boliviana. “Presentando un carácter fundamentalmente ácido y corrosivo debido a que se encuentra subsaturada. Y que esto podría afectar las tuberías y los equipos metálicos también a nivel doméstico e industrial.”
El Índice de Langelier es un parámetro fundamental para conocer la corrosión o incrustación en las redes de distribución del agua e instalaciones interiores industriales y domésticas.
Sobre la presencia de metales como hierro, manganeso, cobre, zinc, alfénico y plomo, el monitoreo en todos los puntos determinó que “se cumplen con la norma boliviana 512. Es decir, que los valores encontrados están por debajo de los límites máximos permitidos”.
Tuberías
El viceministro de Medio Ambiente y Agua, Magin Herrera, dijo que solicitarán que la UMSA les haga llegar el informe para analizarlo e implementar las medidas necesarias. Indicó, además, que existe un estudio elaborado por la Empresa Pública Social del Agua y Saneamiento (Epsas) con similares resultados.
Sin embargo, aseguró que el agua es “absolutamente consumible” y lo que hay que tomar en cuenta es que los ductos están corroídos y hay que trabajar en eso.
“En el tramo desde la conexión hasta la pileta nos está señalando (el informe) de que los límites están por debajo de lo permisible; mientras que antes de la planta de tratamiento, en un punto que se tomó muestra, obviamente es mayor la presencia de los microorganismos. El estudio dice que al interior de las tuberías que ya están corroídas porque son de metal hay presencia de algunos microorganismos; que están coadyuvando en la corrosión de estos metales y recomienda la renovación de estos ductos. Esto tenemos considerar”.
Vía: La Razón