El contrato suscrito tiene una duración de 15 meses. | Foto: YPFB

(La Paz, 26 sep ).- El estado brasileño de Mato Grosso se convertirá en un nuevo mercado para el gas natural boliviano a partir de octubre, después de que la estatal petrolera YPFB suscribió un contrato con MTGas, convenio que da luz verde a la exportación de 1 millón de metros cúbicos diarios (MMm3/d) por un periodo de 15 meses.

Luis Alberto Sánchez, durante el acto que se desarrolló en la ciudad de Santa Cruz, dijo que este contrato permitirá la venta de gas hasta 1 MMm3/d a una empresa que se va a formar, en las próximas semanas, entre YPFB y MTGas.
“El reto es que podamos, a mediano plazo, que esta empresa mixta boliviana-brasileña pueda comercializar, distribuir y ver otros negocios en Mato Grosso. A partir del 1 de octubre (se enviará) hasta un millón de metros cúbicos y a futuro o mediano plazo llegar a 4 millones”, explicó Sánchez.

De acuerdo con información precisada por YPFB, para el cumplimento de este contrato, el gas será transportado por el Gasoducto Gas Oriente Boliviano (GOB) partiendo de Río Grande hasta llegar a San Matías, en el lado boliviano, para luego cruzar la frontera rumbo a Mato Grosso. La capacidad del GOB, es de 4 MMm3/d, con la posibilidad de ampliación a 7 MMm3/d.

En tanto que el gobernador de Mato Grosso, Mauro Mendes, destacó que este acuerdo suscrito entre YPFB y MTGasa es solo un paso de un intercambio comercial que espera con mucho entusiasmo profundizar en los próximos meses.

“A partir de este momento, con este contrato, se convierte en una alternativa importante de comercio para Bolivia, para YPFB y una matriz energética importante para el crecimiento de nuestro estado y de nuestras unidades económicas”, señaló Mendes.

Mato Grosso, que limita con Bolivia, es el tercer Estado más extenso del Brasil, cuenta con una población de 3,3 millones de habitantes y basa su economía en la industria extractiva (madera, goma), en la agricultura (caña de azúcar, soja, arroz, maíz), en la ganadería, en la minería (piedra caliza y oro); y en la industria metalúrgica y alimenticia.

/RI/Fuente: El Deber

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