Foto: Carlos López. / Ingreso de productos argentinos vía contrabando en el municipio de Yacuiba.

La creciente inflación que conduce a una inminente devaluación de la moneda argentina genera alerta en Bolivia por el incremento del contrabando, un ilícito que ahoga a la industria nacional y frena la generación de empleos.

Un analista opina que esta situación tiende a continuar y hasta tornarse más compleja, puesto que los problemas económicos en Argentina ya son “inmanejables” y porque el Gobierno boliviano no prevé medidas estructurales como una rebaja impositiva o la flexibilización del tipo de cambio que permitan mejorar la competitividad de la industria nacional y, de ese modo, reducir el contrabando.

En la jornada de ayer, el dólar estadounidense cotizó en 126,18 pesos argentinos. Sin embargo, en el mercado paralelo, también llamado “blue”, la moneda americana se cotizó en 267 pesos. El pasado lunes llegó a un récord de 280.

El diario argentino La República, en base a la opinión de expertos internacionales, informó que la moneda argentina podría experimentar este año una nueva devaluación por el aumento de la emisión de pesos por parte del Gobierno, la disminución de las exportaciones agropecuarias y la necesidad de importar energía.

En este contexto, el BTG Pactual —un banco de inversión brasileño— proyectó que el peso en el mercado paralelo se cotizará en 340 por dólar a fines de 2022, lo que obligaría al Gobierno argentino a devaluarlo en 10 por ciento.

Según el economista Germán Molina, lo que ocurre en el vecino país se torna “inmanejable”, por lo que difícilmente habrá una solución en el corto plazo. Por ello, el contrabando de productos argentinos hacia Bolivia tiende a aumentar.

Molina considera que el aumento del contrabando es una realidad porque las autoridades bolivianas tampoco prevén medidas que frenen esa actividad ilícita. Según el especialista, el Gobierno de Luis Arce no aplicará políticas como la reducción impositiva, la flexibilización del tipo de cambio o la desregulación de precios para mejorar la competitividad de los productos nacionales.

“El modelo económico social comunitario productivo está en esa dirección de que se mantengan precios regulados y se mantenga el tipo de cambio fijo, que permite anclar la inflación, es decir, fijar la inflación lo más bajo posible, pero todo esto con un costo elevado para el país porque se está endeudando mucho”, explicó.

Sin mencionadas medidas de incentivo a la producción nacional, Molina cree que los productos argentinos de contrabando, caracterizados por su bajo precio, continuarán inundado el mercado nacional.

Por su parte, la Cámara de Industria Comercio de Santa Cruz (Cainco), a través de un comunicado, afirmó que espera que el Gobierno incentive, promueva y facilite la inversión privada

“Necesitamos incentivos que apoyen a la formalización. Así tendremos una base de emprendimientos privados cada vez más robusta, que aporte con impuestos y empleos dignos”, dijo.

Poder adquisitivo

En Argentina usan moneda boliviana

Ante la caída del peso argentino, las poblaciones del norte de ese país han encontrado en la moneda boliviana un “verdadero refugio de valor”, según medios de comunicación.

El diario Perfil informó que los ahorristas de La Quiaca, ciudad fronteriza con Villazón, Potosí, llevan a cabo el comercio con moneda boliviana, no con pesos ni dólares.

Del mismo modo, el diario Jujuy Al Día informó que en esa ciudad “los residentes prefieren comprar pesos bolivianos para cuidar su poder adquisitivo”.

Según un reporte de Bloomberg, en el lado boliviano se rechaza cada vez más el peso argentino o se lo acepta con un tipo de cambio menor.

/RI/Fuente: Los Tiempos

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