El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales difundió un informe que explica cómo funciona el entramado satelital del gigante asiático que tiene antenas en Argentina, Chile y otros países de la región

China podría tener acceso a información confidencial, incluyendo de Estados Unidos, a través del uso de sus estaciones espaciales instaladas en distintas regiones de América Latina.

De acuerdo con un reciente informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), los equipos de monitoreo del régimen de Beijing en Sudamérica, utilizan tres frecuencias para la obtención de datos. Una de las bandas “corresponde a frecuencias más altas, se puede utilizar para la comunicación entre satélites militares y aeronaves”.

“Si bien las comunicaciones militares están encriptadas, otros tipos de transferencias de datos pueden ser susceptibles de interceptación”, señala el documento presentado por la organización con sede en Washington.

La creciente preocupación, manifestada en el texto, se basa en la influencia que tiene el Ejército Popular de Liberación chino (EPL) sobre el ecosistema espacial de ese país asiático.

“La Fuerza de Apoyo Estratégico del EPL (PLASSF), que es responsable de la guerra espacial, cibernética y electrónica, participa prácticamente en todas las actividades espaciales chinas”, indica el informe.

Entre las instalaciones que han llamado la atención de CSIS se encuentra la estación terrestre Espacio Lejano en Neuquén, Argentina.

“Estas instalaciones constituyen un segmento de una red global de estaciones terrestres que mantienen comunicaciones con los satélites a medida que pasan por diferentes regiones geográficas a lo largo de su órbita. Su proximidad a los Estados Unidos ha aumentado los temores de que puedan usarse para espiar activos estadounidenses e interceptar información confidencial”, explica el informe.

La estación terrestre Espacio Lejano en Neuquén, Argentina

Foto: La estación terrestre Espacio Lejano en Neuquén, Argentina.

El lugar ha estado envuelto en controversia desde 2012, cuando la nación sureña arrendó casi 500 acres de tierra a China para la construcción de instalaciones espaciales.

“Desde que entró en funcionamiento cinco años después, Espacio Lejano ha sido administrado con poca o ninguna supervisión por parte del gobierno argentino”, añade el informe, al tiempo que explica como el contrato entre los gobiernos de los dos países estipula que “Argentina ‘no interferirá ni interrumpirá’ las actividades que se realicen en la estación, lo que ha amplificado los rumores de espionaje y otras actividades militares”.

/RI/Fuente: Infobae

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