El vocero Presidencial, Jorge Richter | Foto archivo / ABI

(La Paz, 2 de agosto 2021).- El vocero presidencial Jorge Richter afirmó este lunes que en la crisis de 2019 “lo que en realidad existió fue un armado artificial de fraude electoral” para instalar en la presidencia del Estado “a un gobierno de facto”.

Se agotó “la narrativa del fraude (porque) lo que en realidad existió fue un armado artificial de fraude electoral, de vacío de poder y de interpretación forzada (de la Constitución) para poder instalar en la presidencia del Estado a un gobierno de facto, un gobierno no constitucional”, dijo.

El funcionario agregó que el “fraude” solamente fue un elemento que los sectores que estaban movilizados en 2019 usaron para “validar un conjunto de acciones fuera de la norma, que finalmente les dio resultado” porque lograron sacar de la presidencia del Estado a un mandatario constitucional (Evo Morales) para instalar a otra autoridad (Jeanine Áñez), “que no tenía ni legitimidad ni legalidad”. Por tanto, “esa es la síntesis de lo que ha ocurrido y el verdadero sentido del fraude”, subrayó.

El pasado 27 de julio, la Fiscalía presentó un informe del Grupo de Investigación Deep Tech Lab de BISITE, de la Fundación General de la Universidad de Salamanca (España), que descartó las denuncias de “fraude electoral” de 2019 que derivaron en la renuncia del entonces presidente Evo Morales, y, además, determinó el sobreseimiento de los procesados por ese presunto hecho irregular.

Por tanto, “el trabajo de Salamanca (…) desmonta toda la narrativa del fraude y deja en evidencia a todos aquellos que fueron dueños de aquel discurso de un (supuesto) fraude monumental; los deja carentes de argumentos porque no tienen manera de demostrar alguna acción que respalde lo que ellos habían señalado”, agregó Richter en una entrevista con el canal estatal.

Asimismo, remarcó que en el cómputo final de votos de las elecciones anuladas de 2019 se siguieron diferentes pasos, muchos de ellos manuales, con la participación de un conjunto de autoridades y profesionales hasta culminar con un tratamiento de todas las actas electorales en Sala Plena del Tribunal Supremo Electoral para que con su conformidad se puedan publicar los resultados.

Entonces existieron “demasiadas personas, varios pasos, profesionales, gente comprometida en ese trabajo, que en una supuesta intención de fraude tendrían (que haber participado) para arreglar unos y otros (datos) para poder confeccionar algo y aun así había la posibilidad de que algún delegado de partido político pueda acreditar alguna anomalía con su copia de acta y (revelar) lo que se estuviera tratando de modificar intencionalmente para favorecer a un partido político en estas distintas etapas, (pero no ocurrió eso) y por eso, de forma muy particular, desde 2019 estoy señalando que era imposible de que se pueda realizar un fraude electoral en los términos en los que se denunció”, insistió.

/RI/Fuente La Razon

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