Foto: Página Siete. / Familiares velaron a Iris en puertas de la casa de su asesino.

LOS AGRESORES CADA VEZ SON MÁS JÓVENES Y MUESTRAN PEORES RASGOS DE CRUELDAD

En 3 casos, los procesados son reincidentes, es decir que asesinaron a más de una víctima. Tal es el caso de Richard Choque, quien pese a tener una sentencia por matar a una joven, salió de la cárcel y mató a Iris y Lucy.

“Tenía orden de alejamiento”, “siempre la golpeaba”, “era muy violento” y “por qué lo dejaron libre”, son algunas de las frases de los familiares de las mujeres que fueron asesinadas en lo que va del año por sus parejas o exparejas.

Estas frases de dolor e impotencia se reflejan de alguna manera en los registros que hoy —en el Día de la Mujer Boliviana— se recuerdan mucho dolor.

De los 74 feminicidios que ocurrieron desde enero hasta la fecha, el 90% de los agresores tenían antecedentes de violencia y golpearon con anterioridad a sus víctimas. Además, en tres casos los procesados son reincidentes, es decir que asesinaron a más de una víctima, según un reporte de Página Siete.

Sergio, el asesino de Jhenny, de 21 años, tenía dos denuncias por violencia intrafamiliar en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv). Según la hermana de la víctima, dos semanas antes de ser asesinada, la joven se había separado de su agresor porque ya no soportaba los maltratos físicos y psicológicos. El crimen se registró en mayo en el municipio de Quillacollo, en Cochabamba.

Este año se descubrió a tres autores reincidentes: Richard Choque y Arturo Ayllón salieron de la cárcel y volvieron a matar a mujeres. Además, un recluso por asesinato agredió a su esposa dentro de un penal en Chuquisaca hasta causarle la muerte. La víctima agonizó durante días en un hospital hasta perder la vida.

Pese a tener una sentencia de 30 años por matar a una joven en 2013, Choque salió de la cárcel en 2019 beneficiado por un juez y un consorcio de abogados y funcionarios. En sus días de libertad asesinó a otras dos jóvenes: Lucy e Iris. Además violó a decenas de mujeres. Este caso conmocionó al país y el Gobierno conformó una comisión para investigar casos similares.

El reporte periodístico dice que de los 74 feminicidios, la mayoría de los agresores tenían una relación amorosa con su víctima; 26 eran esposos o convivientes, 17 enamorados, nueve eran exparejas y tres familiares.

Además, 10 no tenían una relación amorosa con su víctima y nueve no fueron identificados.

Este año, los feminicidas cada vez son más jóvenes y muestran peores rasgos de crueldad. En los asesinatos de Karen, Vania, Wilma y Valeria, los feminicidas Rubén Urquiza Arias, Vladimir Irahola, José Luis Almanza y Jashiro Hayakawa, respectivamente, tienen 25, 21 y 27 años.

Ellos planificaron y cometieron los crímenes con mucha crueldad y saña, y nunca mostraron arrepentimiento.

Reducción de los casos

Del 1 de enero al 11 de octubre del año pasado, Bolivia reportó 91 feminicidios. En lo que va de la presente gestión, en un periodo similar, el país registró 74 crímenes de este tipo, es decir que hubo una reducción de 17 casos.

Este registro muestra también que de los 74 feminicidios de este 2022, el departamento de La Paz es el que más casos tiene, ya que registra 29 hechos de sangre.

Le siguen Santa Cruz, con 18; Cochabamba, con 11; Tarija, con seis; Potosí, con cinco; Beni, con dos, una cantidad parecida a la de Chuquisaca, y Oruro con uno. Pando no reportó feminicidios.

Asesino de María estaba en la cárcel

En junio, María fue asesinada con 19 puñaladas por Arturo, en una casa de la zona la Radial 17 y medio en la ciudad de Santa Cruz.

Arturo tiene antecedentes de violencia. En 2012 —cuando tenía 17 años— fue recluido en un centro de infractores por apuñalar y asesinar a otra joven de su misma edad. La primera víctima era su enamorada y se llamaba Carmen.

Intentaron ocultar el crimen de Vania

Luego de estrangular a su pareja, Vania, Vladimir Irahola intentó simular que ella se había suicidado con una sustancia química. Según la Fiscalía, el acusado hizo todo eso con la complicidad de su padre, un militar. El agresor huyó a Beni, donde días después fue aprehendido y enviado a la cárcel. Su progenitor también fue imputado como coautor del crimen.

Karen murió camino al hospital

Rubén Urquiza, de 25 años, mató a su pareja Karen el 5 de enero de este año, en Beni. Este caso se convirtió en el primer feminicidio de 2022.

Karen, de 34 años, fue apuñalada y murió cuando era trasladada a un hospital. El agresor dejó cinco niños en la orfandad.

El hombre fue detenido e imputado por el delito de feminicidio.

Valeria fue hallada dentro de un turril

Luego de 25 días de haber desaparecido, Valeria fue encontrada dentro de un turril en una vivienda de Los Rosales, de la ciudad de La Paz.

Fue asesinada por su expareja, José Luis Almanza, de 27 años. Para cometer ese delito alquiló dos casas, una para asesinarla y otra para ocultar el cuerpo. El agresor dejó a un niño de cuatro años en la orfandad.

Karen fue asesinada a golpes

El 5 de marzo, Karen, de 29 años, fue asesinada cruelmente por su pareja Roberto Carlos Fernández, de 27, en Cochabamba.

El cuerpo de la víctima fue hallado en su cuarto y tenía lesiones en la cabeza, en el pecho y el brazo.

En la frente presentaba dos heridas, una de cuatro centímetros y otra de seis. El agresor fue sentenciado a 30 años de prisión.

/RI/Fuente: Página Siete

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