Foto: A pesar de los altos. la cárcel de Palmasola ha sido nuevamente «perforada».

Vulneraron la máxima seguridad. Es la primera vez que del Pc-7 huyen internos de entre medio de los muros de piedra, concreto y celdas con barrotes de hierro.

A inicios de la gestión de 2014 la Dirección de Régimen Penitenciario inauguró el centro denominado Pc-7 en la cárcel de Palmasola, la más poblada del país con casi 6.000 reclusos. La finalidad de la construcción del nuevo recinto era albergar a los procesados de más alta peligrosidad de cualquier punto de Bolivia.

Este recinto de máxima seguridad, de piedra, concreto puro y las celdas con barrotes por afuera y por dentro, considerado por las autoridades como el más seguro de Bolivia, incluso por encima de Chonchocoro, fue vulnerado por primera vez.

Fue la madrugada de ayer cuando las autoridades policiales confirmaron la fuga de los brasileños Luis Andrés Xavier Da Rocha y Benjamín Michel Emerson Da Silva, procesados por el asesinato del ciudadano Wilson Ledezma Rea, hecho ocurrido en marzo pasado en la localidad de Minero.

El director de Régimen Penitenciario de Santa Cruz, Mauricio Romero confirmó la fuga y aseguró que se activaron los protocolos por parte de la Policía para iniciar acciones en procura de la recaptura de los peligrosos internos.

De su parte el comandante de la Policía Erick Holguín aseguró que los reclusos peligrosos forzaron una rejilla del pabellón cerrado de máxima seguridad, luego usaron una escalera para llegar hasta cerca de un tanque de agua. Dijo que pasaron el control y en la parte externa lanzaron dos cuerdas.

Holguín manifestó que las primeras investigaciones señalan que uno de los sujetos contó con la ayuda de su concubina desde afuera. El jefe policial aseguró que se trata de un ambiente cerrado con puertas de control de ingreso. Señaló que hay dos puntos, un muro que separa al policía y que las celdas son vigiladas cada tres horas con recorridos de uniformados. Cree que en ese intervalo, entre una ronda y otra, los sujetos aprovecharon para salir por la rejilla y usar una escalera hasta pasar el primer muro perimetral y llegar al segundo, donde supuestamente uno de los internos recibió el apoyo de su concubina.

La Policía realizó rastrillajes por toda la ciudad, así como en los retenes de salidas a provincias y departamentos. Incluso se activaron todos los controles en las fronteras.

PC-7 mole de piedra y concreto

Las autoridades de Régimen penitenciario, a tiempo de inaugurar el recinto de máxima seguridad, describieron el centro cerrado PC-7 como una microestructura dentro de una estructura, o sea una cárcel dentro de otra.

La puerta de ingreso principal es de hierro y tiene cinco metros. Tiene su propia recepción y adentro hay una especie de cápsula de seguridad, donde hay una revisión exhaustiva al igual que en el ingreso principal.

Una vez en el lugar se puede palpar una estructura de piedra, concreto puro. El PC-7 es un recinto dividido en tres pabellones separados con controles: el A, B y C.

Es de dos pisos y en cada división existen al menos 25 celdas que cuentan con barrotes internos y externos.

Los del bloque del segundo piso son celdas solo para un preso y en las otras pueden entrar hasta tres. Todo el PC-7 tiene una capacidad máxima para albergar 70 privados de libertad considerados de alta peligrosidad.

El recinto cuenta también con cancha de volibol, en pleno centro de la infraestructura, pasillos, duchas, cocinas y lavandería.

“Es una microestructura dentro de una estructura, es superseguro, cuando yo estaba de turno como parte de los controles al inicio incluso le hicieron poner malla milimétrica con alambres de púas en el techo que quedaba complemente cerrado y tapado con calaminas reforzadas. Arriba hay una especie de corredor para los policías. Desde arriba un policía puede tomar en absoluto el control, total y es casi imposible que uno se escape”, reveló un agente que pidió reserva de su nombre. Además, dijo que las ventanas están con barrotes por dentro y afuera.

“Recuerdo que a su inauguración colocaron su propio paraguas para neutralizar comunicaciones telefónicas, para mí el PC-7 es lo más seguro de Bolivia, es imposible huir, me parece algo raro”, dijo un interno que ya salió libre tras cumplir su pena que le impuso la justicia.

Allanaron un condominio

Agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), grupos de inteligencia, así como otras unidades especializadas, realizan intensos rastrillajes por todo el país especialmente en la capital, zonas fronterizas, retenes y terminales.

Tras conocerse que supuestamente uno de los fugitivos brasileños recibió la ayuda de su concubina desde afuera, la tarde de ayer los policías procedieron a ubicar la vivienda de la pareja. Fue en un condominio por el kilómetro 8 de la carretera al norte donde fue allanado. Sin embargo, los agentes ya no encontraron a la concubina.

“Solo evidenciamos que estaba viviendo en ese lugar, pero que ya se fue con rumbo desconocido”, dijo un agente investigador.

El comandante de la Policía Erick Holguín manifestó que los brasileños son de extrema peligrosidad y por lo tanto no se descarta la posibilidad que estén armados. Recordó que, a la hora de ser detenidos tras el asesinato en Minero, estaban en poder de armas de fuego de largo alcance.

La Policía recibió información de sus pares de Brasil y confirmaron que los brasileños Luis Andrés Xavier Da Rocha y Benjamín Michel Emerson Da Silva, son sicarios del narcotráfico y pertenecen al PCC.

/RI/Fuente: El Deber

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