Washington, D.C. 28 de septiembre de 2022 (OPS/OMS) – La carga de las condiciones de salud mental en las Américas aumentó como resultado de la pandemia de COVID-19 y esta situación se ha visto exacerbada por determinantes sociales de salud como la pobreza, concluyeron funcionarios de salud de alto nivel durante un evento paralelo a la 30ª Conferencia Sanitaria Panamericana.

“La pandemia de COVID-19 ha afectado negativamente la salud mental y el bienestar de todos, en todas partes”, dijo la Dra. Carissa Etienne, Directora de la OPS, en la apertura del evento de ayer, “Aprovechando las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19 para abordar la Desafíos de Salud Mental de la Región para el Futuro”.

“Hemos visto dispararse los índices de estrés, depresión y ansiedad en nuestra Región, y las personas que viven en condiciones de vulnerabilidad, que tradicionalmente han experimentado una mayor carga de condiciones de salud mental y también tienen un acceso desigual a la atención, se encuentran entre las más afectadas”. La Dra. Etienne agregó, destacando que los jóvenes también se han visto afectados de manera desproporcionada.

Un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró que la prevalencia global de ansiedad y depresión aumentó en un 25% solo en el primer año de la pandemia.

En las Américas, la COVID-19 exacerbó un problema ya crítico. La región enfrenta crecientes tasas de suicidio, con algunos países experimentando las tasas de suicidio más altas del mundo.

Los servicios de salud mental han estado insuficientemente financiados de forma crónica, con recursos inapropiadamente dirigidos a instituciones mentales en lugar de al primer nivel de atención en la comunidad. Frecuentemente hay también una escasez de profesionales de salud cualificados. Las barreras para la atención son comunes e incluyen el estigma y la discriminación, además de políticas que no promueven ni protegen los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental.

En el evento se examinaron los múltiples factores que contribuyen a la mala salud mental, con el objetivo de priorizar la salud mental como un pilar para promover la salud, y se destacó que no hay salud sin salud mental a medida que las Américas se recuperan de la pandemia de COVID-19.

«Los Estados Miembros de la OPS encontraron enfoques innovadores para responder a las demandas de salud mental durante la pandemia de COVID- 19, incluyendo el uso de la telesalud», dijo la Directora de la OPS.  «Pero se necesita mucho más para asegurar una verdadera transformación de la salud mental a través de acciones políticas al más alto nivel, el fortalecimiento de las asociaciones multisectoriales, inversiones en infraestructura, recursos humanos y servicios.»

Durante la 30ª Conferencia Sanitaria Panamericana, los Estados miembros también debatieron y aprobaron una Política para la Mejora de la Salud Mental, cuyo objetivo es ayudar a los países a fortalecer e implementar políticas para mejorar la salud mental en la región.

En mayo de 2022, la OPS también estableció una Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 para apoyar a los Estados Miembros en la mejora y el fortalecimiento de la salud mental en las Américas.

/RI/Fuente: Organización Panamericana de la Salud (OPS)

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