Un jurado electoral muestra la boleta de las elecciones generales de este domingo 20 de octubre. | Foto: La Razon/Fernando Cartagena

(La Paz, 20 oct ).- Desde que Bolivia superó el periodo de las botas militares de las dictaduras y recuperó la democracia, en 1982, acudió a las urnas para elegir a sus gobernantes en ocho ocasiones. La de este 20 de octubre será la elección número nueve de esta era.

Los bolivianos votaron en elecciones generales en 1985, 1989, 1993, 1997, 2002, 2005, 2009 y 2014.

1985, la democracia pactada

Los comicios de 1985 —de acuerdo con el Atlas Electoral que el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) publica en su web— se realizaron por convocatoria del gobierno de la Unidad Democrática y Popular (UDP) liderado por Hernán Siles Zuazo, a quien el Congreso Nacional le entregó el poder por ser  vencedor de las elecciones de 1980, que la dictadura de Luis García Meza había interrumpido.

Debido a la crisis económica y política, Siles Zuazo redujo su período de gobierno en un año y se adelantaron las elecciones para el mes de julio de 1985. Aunque ese año ganó Acción Democrática Nacionalista (ADN) el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) subió al poder de la mano de Víctor Paz Estenssoro.

1989, el Acuerdo Patriótico

En 1989 hubo 10 candidaturas. El proceso electoral de 1989 se ensombreció por una serie de denuncias contra algunos miembros de la Corte Nacional Electoral, a quienes popularmente se denominó “la banda de los cuatro”, quienes anularon un total de 115.030.

Luego mucha discusión, ADN y el MIR decidieron establecer el Acuerdo Patriótico, pacto a partir del cual se definió que Jaime Paz Zamora del MIR (tercero en la votación popular) y Luis Ossio (candidato a vicepresidente de ADN que obtuvo el segundo lugar) ocupen los principales cargos del país en la elección de segundo grado en el Congreso.

1993, se repite la coalición

Se presentaron 14 frentes, alianzas y partidos. La conformación de los binomios expresó ya, a diferencia de las elecciones anteriores, la escasa distancia ideológica del sistema de partidos: el Acuerdo Patriótico (formado principalmente por ADN y el MIR) presentó al exdictador Hugo Bánzer como candidato a la Presidencia y al exguerrillero Óscar Zamora como candidato a la Vicepresidencia.

El “neopopulista” CONDEPA, de base social aymara, impulsó la candidatura vicepresidencial del empresario cruceño de origen croata Ivo Kuljis. El MNR reunió a un “neoliberal”, Gonzalo Sánchez de Lozada, con un dirigente e intelectual aymara, Víctor Hugo Cárdenas, quien ahora se postula a la Presidencia por Unidad Cívica Solidaridad (UCS).

El MNR, en su alianza con el MRTKL, obtuvo el primer lugar con casi un 36% de votos y una presencia muy fuerte en el parlamento (42% de los diputados, 63% de los senadores y 44% del conjunto del parlamento). El MNR obtuvo primeras mayorías en ocho de los nueve departamentos. A pesar de su amplia victoria, la alianza tuvo que conformar una nueva coalición en el Congreso, con el MBL y UCS, juntando a 79 de los 130 diputados y a 18 de los 27 senadores.

1997, la megacoalición

Si el resultado de las elecciones de 1993 era el triunfo de un partido o alianza más distribuido en los departamentos, el de 1997 fue el más distribuido entre los partidos. Como en ningún otro proceso, hubo cuatro ganadores departamentales: ADN-NFR (en Beni, Pando, Cochabamba y Oruro), CONDEPA (en La Paz), MIR (en Chuquisaca, Potosí y Tarija) y UCS (en Santa Cruz).

Es notable que el MNR no consiguió el primer lugar en ninguno de los nueve departamentos y que obtuvo sus mejores votaciones (superando el 20%) en los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija.

Los acuerdos postelectorales crearon la mayor coalición del período, la denominada “megacoalición” (conformada por ADN, NFR, UCS, CONDEPA y el MIR), que en un primer momento logró tener 75% del total de bancas congresales, destaca el documento electoral.

Esa alianza llevó al poder al exdictador Hugo Banzer Suárez, quien no completó su mandato por su repentina muerte. Lo reemplazó su vicepresidente Jorge Quiroga Ramírez (2001-2002),

2002, el fin de la «democracia pactada»

Estas elecciones generales se realizaron con el Código Electoral consolidado en 1999. Fueron las últimas elecciones del período de la democracia pactada.

El hecho de que un partido con un discurso y un programa distinto lograran una representación notable en el Congreso fue el inicio del fin de la democracia pactada. Siendo segundo y teniendo el derecho de optar por la presidencia, el MAS decidió no hacer acuerdos postelectorales.

Ello redujo las posibilidades de pacto a tres partidos, uno de los cuales –NFR- había sufrido serios ataques por parte del MNR en la campaña electoral. Con esa reducción de incentivos para participar en un pacto se formó una coalición muy frágil (MNR-MBL y MIR) que si bien tenía la mayoría absoluta en el conjunto del Congreso, no la tenía en la Cámara de Diputados (alcanzaba solamente un 47%).

Así, Gonzalo Sánchez de Lozada llegaba al Palacio de Gobierno para asumir un conflictivo gobierno con revueltas como la de Octubre de 2003 que lo obligó a renunciar y huir del país. Le sucedió su vicepresidente Carlos Mesa Gisbert (2003-2005), quien también dimitió para que el Congreso dé el poder a Eduardo Rodríguez (2005). Hoy es el principal rival de Morales a la cabza de la alianza Comunidad Ciudadana (CC).

2005,  la hegemonía de Evo

En las elecciones de 2005 también se eligieron a los prefectos departamentales, cuya designación era anteriormente prerrogativa presidencial. La elección se realizó reconociendo de hecho una descentralización política aunque no se modificaron las atribuciones ni las competencias de los prefectos, que formalmente permanecían subordinados al Presidente de la República, reseña el Atlas Electoral.

Las condiciones para ser electo cambiaron en función de las modificaciones de la Constitución. El partido político ya no era el único medio para participar en las elecciones, se amplió la posibilidad para que las agrupaciones ciudadanas y/o pueblos indígenas postularan a sus candidatos.

Solamente ocho fuerzas políticas presentaron candidatura en las elecciones de 2005. Resultando ganador el MAS con el 53,7% de los votos válidos. De este modo Evo Morales y Álvaro García asumieron la Presidencia y Vicepresidencia sin la necesidad de realizar acuerdos con ninguna de las otras fuerzas políticas. Por primera vez desde los años 60 un candidato logró la mayoría absoluta cerrando la etapa de los pactos postelectorales.

Morales llamaría a una Asamblea Constituyente para la redacción de una nueva Constitución Política del Estado (CPE). Bajo el influjo de la nueva ley, incursionó en una nueva elección presidencial en diciembre de 2009.

2009, elecciones con nueva CPE

En las Elecciones de 2009 se presentaron ocho candidaturas. Durante los meses previos a la inscripción de fuerzas políticas la oposición discutió la posibilidad de presentar una candidatura única frente al partido de gobierno que dio lugar a la alianza Plan Progreso para Bolivia – Convergencia Nacional (PPB-CN).

El resultado dio la mayoría absoluta a la candidatura del MAS, con una proporción superior a la de las Elecciones de 2005. La asignación de bancas en el legislativo dio al MAS más de dos tercios en ambas cámaras. Su caudal electoral llegó el 63,91% marcando un récord.

2014, tercera victoria de Evo

En 2014 el oficialismo volvería a conseguir la silla presidencial con el 61,01% y ha batido varios récords de permanencia en la Presidencia. Aspira a su cuarto mandato en medio de la polémica por la repostulación de Evo Morales.

La CPE fija solo dos inscripciones continuas, por ello el MAS auspicio una reforma de parcial a través de un referéndum que rechazó esa posibilidad con el 51,3%. Pero el oficialismo tenía otros planes e impulsó un recurso en el Tribunal Constitucional Plurinacional que aprobó la repostulación ilimitada para gobernantes nacionales y subnacionales respaldado en el «derecho a ser elegido» que establece el Pacto de San José.

2019, por la continuidad o no de Evo

Para los comicios de este 20 octubre están habilitados para votar 7,3 millones de bolivianos. En sus manos está la decisión de decidir si el presidente Evo Morales sigue en la silla presidencial o no.

/RI/Fuente: La Razón

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